1) CONOCIMIENTOS ANATÓMICOS EGIPCIOS
El estudio de la medicina en esta cultura comprende como
mínimo un periodo de tres milenios. La repercusión que la práctica de los
embalsamamientos, con el conocimiento obligado de diversas partes del cadáver que ha tenido en este progreso, ha sido bastante discutida, aunque parece difícil
negar que tuviera por lo menos alguna influencia positiva. De hecho, los
egipcios fueron los mejores anatómicos de la antigüedad.
La extraordinaria conservación de algunas momias ha permitido,
en los últimos tiempos, hacer diagnósticos retrospectivos de gran precisión,
pero una gran parte de los datos se han perdido. Quizá pueda extrañarnos la
gran incidencia de afecciones parasitarias. Entre las enfermedades infecciosas
que han dejado una huella clara destaca la tuberculosis.
Otras afecciones se describen con menor frecuencia, aunque
en ocasiones de manera totalmente clara, incluso identificable, por la
precisión de los síntomas en una lectura actual. Así probablemente, en el
papiro Ebers, que data de hace casi 3.500 años, se encuentra la primera
descripción de un infarto de miocardio.
2) CURIOSIDADES
1. Cleopatra no era egipcia: Aunque Cleopatra VII nació en
Alejandría, en realidad formaba parte de una larga estirpe de macedonios
descendientes de Ptolomeo I, uno de los lugartenientes de mayor confianza de
Alejandro Magno. La dinastía ptolemaica gobernó Egipto desde 323 a.C. hasta 30
a.C., y la mayoría de sus líderes mantuvo su cultura griega. De hecho,
Cleopatra fue uno de los primeros miembros de la dinastía ptolemaica que
aprendió a hablar la lengua egipcia.
2. Las pirámides no fueron construidas por esclavos: Estos
trabajadores eran artesanos y obreros temporales. La idea de que los esclavos
construyeron las pirámides a golpe de látigo la sugirió el historiador griego
Heródoto en el siglo V a.C., pero hoy en día los historiadores coinciden en que
eso es un mito. Es cierto que los egipcios tenían esclavos, pero los utilizaban
como sirvientes domésticos.
3. A Tutankamón lo pudo haber matado un hipopótamo: Se sabe
muy poco sobre la vida del faraón niño Tutankamón, pero algunos historiadores
creen saber cómo murió. Estudios de la momia del joven rey muestran que fue
embalsamado sin su corazón y sin su caja torácica. Este cambio drástico en las
prácticas funerarias tradicionales sugiere que pudo haber sufrido una lesión
terrible antes de su muerte. Según algunos egiptólogos, la causa más probable
de esta herida habría sido la mordedura de un hipopótamo. Los egipcios eran muy
aficionados a la caza, y si el niño-rey participaba en cacerías peligrosas su
muerte pudo haber sido a causa de un accidente en una de estas cacerías.
4. El Luto: Para los antiguos egipcios, el color para el
luto no era el negro, sino el BLANCO. El color negro no era símbolo de
fatalidad, sino de fortuna. Las riberas del Nilo quedaban negras al verse
cubiertas del abundante limo tras una crecida. Eso era presagio de que habría
una buena cosecha.
5. Cuestión de barbas: ¿Nunca os ha llamado la atención al
contemplar las estatuas de los faraones que unas tienen la barba recta y otras
curvada? Si está recta, es una representación del faraón vivo, pero si la barba
es curvada quiere decir que el faraón ya ha sido divinizado (o sea, ha muerto).
6. Comenzar con buen pie: ¿Por qué las estatuas dioses y
faraones tienen siempre el pie izquierdo hacia delante? Pues porque ese lado
(el izquierdo) representa el corazón, la vida. Para los antiguos egipcios eso
era de suma importancia. Por ello podemos ver algunos templos en cuyos pilonos
principales los relieves de la parte izquierda han sido machacados por los
enemigos. Así, se garantizaba la destrucción de aquel a quien querías hacer
caer en el olvido.
3) MÉTODOS DE CONSERVACIÓN
Las momias egipcias no siempre fueron iguales, y el ritual fue cambiando a medida que cambiaron los conceptos sobre la muerte y la vida posterior. Comenzaron enterrando a las momias en la arena con pocas pertenencias, y finalizaron su tradición con cajas cerradas y ataúdes.
Los egipcios creían en la vida después de la muerte, por lo que el hecho de preservar el cuerpo era especialmente importante. La dura vida en el desierto les hacía creer que después de la muerte existiría un mundo idílico. Para que se sintieran cómodos, debían llevar ropa, comida y pertenencias, así como también preservar su cuerpo.
Sólo eran momificados el faraón y los miembros de la familia real, altos funcionarios y sacerdotes, así como hombres ricos pertenecientes a la clase dominante. Los egipcios comunes no eran momificados, pero eran enterrados en fosas donde el calor y las condiciones secas del desierto, los momificaban naturalmente.
Sólo eran momificados el faraón y los miembros de la familia real, altos funcionarios y sacerdotes, así como hombres ricos pertenecientes a la clase dominante. Los egipcios comunes no eran momificados, pero eran enterrados en fosas donde el calor y las condiciones secas del desierto, los momificaban naturalmente.
Se colocaba el cuerpo en una mesa de madera, se retiraba el cerebro a través de un túnel hecho con un cincel por la nariz, un gancho y una cucharada de madera. Luego se lavaba el cráneo. Extrañamente, los egipcios no intentaron preservar el cerebro, porque creían que no lo necesitarían en la próxima vida. Luego se hacía una incisión en el lado izquierdo del cuerpo con una cuchilla de obsidiana –una piedra sagrada– y se eliminaban todos los órganos, excepto el corazón, que era el centro de la mente y las emociones. Los órganos se lavaban, se cubrían en resina, se envolvían en lino y se guardaban en vasos canopos.
Se lavaba la cavidad con vino de palma, y para mantener su forma se rellenaba con incienso y otros materiales. El cuerpo se pasa a una tabla inclinada y se cubre con polvo de natrón, que a diferencia de la arena, absorbe la humedad sin oscurecer ni endurecer la piel. Se deja en el polvo entre 35 y 40 días, y luego se lleva a la Casa de Purificación, donde se limpia, se saca el incienso y se vuelve a rellenar con natrón y ropa empapada en resina, se cosen las incisiones y se baña la piel en resina. Finalmente, el cuerpo estaba preparado para el vendaje, un proceso complicado que tardaba un par de semanas en completarse. Una vez vendada, a la momia se le ponía una máscara funeraria, que podía ser una representación de la cara del difunto o de un dios egipcio. Finalmente, se coloca en un suhet, un ataúd decorado para parecerse a una persona. Era un proceso que duraba alrededor de unos 70 dias.
4) INSTRUMENTAL
En los diagnósticos se reconocían las enfermedades del corazón, del hígado, de los pulmones y del cerebro. Los remedios eran muchos; píldoras, decocciones, supositorios, inhalaciones, edemas y hasta la agresión quirúrgica con hierros y fuego (en el caso de tumores). Se conocía la anestesia, o al menos una cierta anestesia, que se obtenía, normalmente, a través de la utilización de la amapola somnífera, o sea, en la práctica, del opio. La odontología llegaba a un verdadero virtuosismo. Y tampoco faltaba la publicidad: a partir del día lejano en que el sabio Imhotep, médico tan excelente como arquitecto, sentó las bases de una ciencia destinada a un luminoso desarrollo en los siglos posteriores.
Las heridas eran cerradas mediante la cauterización de las
mismas, o bien con puntos de sutura, o bien utilizando una especie de emplasto
a base de ciertas hierbas medicinales. No obstante, otra de las habilidades de
la cirugía del cerebro que al parecer poseían los antiguos egipcios, y que
desconcierta a egiptólogos e historiadores, era el alargamiento de los cráneos.
Buenas Andrea:
ResponderEliminarEl trabajo está entregado con retraso. Hay que tener cuidado con las fechas. Es un punto menos de la nota por cada día.
Elimina lo referente a otras momias pues no son de este tema. Está bien que sepas que eran conocedores de numerosas enfermedades pero sólo hace falta nombrarlas.
¿Qué son las cerámicas decorativas? Averigua otro nombre. ¿Cuanto tiempo tardaba la momificación?
Mi nota para tu trabajo es un 8.
Un saludo.